Así lo indicó Aragonès durante la celebración de la segunda sesión del debate de investidura, donde señaló que, con Junts per Catalunya (JxCat), hay “más cosas” que les unen de las que les separan. A su juicio, las “discrepancias” con JxCat en los objetivos y compromisos de su proyecto de Gobierno son “mínimas y no forman parte de los grandes argumentos” para que no le dé la “confianza”.

En este sentido, comentó que el Gobierno catalán lleva ya muchos meses “en funciones y en interinidad”, gestionando una pandemia con las herramientas “limitadas”. Por ello, apostó por dar “un paso adelante” y liderar desde el independentismo una propuesta de futuro para Cataluña con todas las herramientas en la Generalitat y en el Parlamento autonómico. Sostuvo que para hacer esto no se puede esperar “ni dos meses ni dos semanas ni dos días”.

UNIDAD "IMPRESCINDIBLE"

El primer paso, explicó, para esta nueva Generalitat ha sido el acuerdo con la CUP, un partido que en la pasada legislatura decidió mantenerse en la oposición. Por ello, calificó de “buena noticia” que hayan realizado un programa de gobierno juntos.

Lo que ha hecho con la CUP, continuó, tienen que ser “capaces de hacerlo con el conjunto de las fuerzas políticas que saben que la salida al conflicto con el Estado pasado por la amnistía y por el derecho a la autodeterminación”.

Asimismo, dijo que tienen que ser capaces de entenderse en un acuerdo de gobernabilidad “amplio”, que parte de la “imprescindible” unidad de los independentistas y que “extiende la mano” a los que “defienden desde la soberanía la libertad de los presos políticos y los exiliados y el referéndum para decidir el futuro de Cataluña”.

Para acabar, pidió de nuevo que las fuerzas políticas hagan “posible” con su voto favorable su investidura como presidente de la Generalitat para que Cataluña “se ponga en marcha de nuevo”.