De la Vega transmitió este mensaje en la Reunión de Embajadores organizada hoy y mañana por el Ministerio de Asuntos Exteriores para orientar la labor de la diplomacia española durante los próximos meses.

El Ejecutivo, dijo, se propone "situar la creación de empleo en la primera línea del debate europeo, para buscar nuevas soluciones y nuevas propuestas al mundo laboral".

Se trata de "luchar" para que la "nueva estrategia post Lisboa sea ante todo un gran pacto para el empleo y para el empleo de calidad. Un gran pacto para la promoción del diálogo social. Un gran pacto para una mayor gobernanza en el mundo laboral. Para que las empresas, pero también los trabajadores, sean escuchados".

El impulso a estas nuevas políticas será una prioridad para el Ejecutivo Zapatero en el ámbito europeo, pero también en foros y organismos internacionales en general. En ese sentido De la Vega adelantó el impulso que España quiere dar a la Agenda sobre el Trabajo Decente y al Pacto Mundial para el Empleo.

El cambio climático, el desarrollo de una política energética común, el diseño de una política de defensa o la lucha coordinada contra la pobreza, serán también vectores fundamentales de la acción de España desde la presidencia comunitaria.

La idea es que Europa hable "con una sola voz" de manera que se la oiga con más fuerza y claridad y su posición sea más tenida en cuenta en todo el mundo.

Ese impulso, dijo la vicepresidenta a los diplomáticos españoles, es imprecindible en "uno de esos raros momentos en los que todos podemos sentir el pulso del tiempo histórico" y que necesita de "más inciativa, más capacidad de reacción, más previsión, más diálogo e imaginación".

En ese sentido aseguró que "si algo bueno ha tenido este período de dificultades es que ha mostrado la necesidad de dar un nuevo impulso a Europa" que es, en definitiva, el objetivo del Gobierno para esta presidencia.