La transcripción de esta charla, que figura entre los documentos del sumario a los que se levantó el secreto ayer, muestra cómo Blanco Balín anuncia a Crespo que le va a comentar algo por teléfono porque "no hay ninguna autorización de escuchas, en ningún momento, en el procedimiento". Crespo le pregunta que si "de nada", el abogado le dice que no y el número dos de la trama parece quedar conforme.

Blanco Balín matiza entonces que no sabe si están siendo grabados o no, pero que al no haber "autorización por parte del juez", si han hecho algo "no tiene ninguna validez". Tras hablarle a Crespo de doce imputados en Liechtenstein, el abogado añade que se ha dividido el expediente judicial en 21 piezas separadas, de las cuales, asegura, "nadie tiene que ver nada con mi despacho", aunque sí con las sociedades domiciliadas en él, "como consecuencia del cambio de domicilio o alguno de los puntos ésos".

Crespo parece temeroso de que algún comentario que puedan realizar pueda dar lugar a una actuación, Blanco Balín le dice que no, el segundo de Francisco Correa le obliga a corroborárselo y el abogado le vuelve a decir que no.

A continuación, Crespo se interesa sobre la posibilidad de recuperar las cajas con documentación incautadas. Blanco Balín, aunque no puede proporcionarle ninguna certeza al respecto, le dice que el balance de la situación es "en principio positivo". "Entiendo que todo positivo, que está bien", dice Crespo, necesitado de una confirmación. Su abogado le contesta: "El primer paso es positivo. No hay nadie imputado en este tema".

Hora y media más tarde, Crespo telefoneó a Correa para darle cuenta de la conversación con Blanco Balín. El jefe de la trama le preguntó si tiene buenas noticias, "para celebrarlo por la noche", y de la explicación dedujo: "Del tema nuestro no van a preguntar nada. Eso es un notición". Se despidió de su lugarteniente proponiéndole: "Vete a celebrarlo con la mujer".