Cospedal hizo estas declaraciones en rueda de prensa en la sede del PP al ser preguntada sobre los relojes, los trajes y un coche valorado en 80.000 euros que habría recibido el secretario general del PP de la Comunidad Valenciana, Ricardo Costa, tal y como figura en la parte del sumario del "caso Gürtel" sobre el que se ha levantado el secreto judicial.

A su juicio, el comportamiento de Costa y otros cargos del partido no son dignas al margen de que sean "punibles judicialmente" o no lo sean y "con independencia de que esos hechos se demuestren o no".

La "número dos" compareció en medio de una gran expectación para leer un comunicado consensuado durante la mañana por la cúpula del partido, en el que se asegura que el PP "no mira para otro lado ni lo hará nunca" ante denuncias de corrupción y promete ser "firme y contundente a la hora de exigir responsabilidades por cualquier comportamiento irregular".

Cospedal recordó que todos los militantes que han sido imputados en el "caso Gürtel" han sido suspendidos de militancia o han abandonado sus puestos de responsabilidad y adujo que en estos momentos no corresponde actuar contra aquellos que no han sido imputados. No obstante, garantizó que el resto de medidas que deban tomarse "llegarán cuando tengan que llegar".

Pese a condenar algunos de los comportamientos, Cospedal mantuvo que lo conocido tras el levantamiento parcial del secreto de sumario no supone una novedad ni aporta elementos nuevos que hagan necesario actuar de inmediato. Al contrario, transmitió la sensación de que por ahora no se hará nada más porque todo lo que debía hacerse considera que ya se hizo en su momento.

En particular realizó una defensa de la vicesecretaria general de Organización, Ana Mato, y de la financiación del Partido Popular de Galicia porque las posibles irregularidades que se hicieran allí ocurrieron "hace más de diez años" con Luis Crespo, quien "no tiene ninguna responsabilidad" en el partido.

NO ES LA FILESA DEL PSOE

La secretaria general del PP se esforzó en argumentar que con el sumario "ha quedado acreditado" que este caso no es una trama organizada de financiación irregular del PP, dado que las cuentas están "fiscalizadas puntualmente y no hay nada que contradiga el resultado impecabe" de esa auditoría.

A diferencia de lo ocurrido con el "caso Filesa" que sirvió para financiar al PSOE, apuntó que "aquí sí queda acreditado algo muy importante: ni Correa ni sus socios son dirigentes del PP y las sociedades no eran creadas por el PP, sino por una persona para enriquecerse ella".

Cospedal sostuvo que se trata en todo caso de "una trama de corrupción para aprovecharse del PP y utilizada en su contra". En particular, dirigió su mirada contra la Fiscalía General del Estado y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras exigir el levantamiento completo del secreto de sumario para conocer todo el contenido, denunció que el PP "está siendo víctima de una actuación sectaria y partidista" como "jamás se había producido". La culpa, indicó, es "por acción u omisión" del fiscal general el Estado, Cándido Conde-Pumpido; de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega; y del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Finalmente, lamentó los "juicios paralelos" que se están haciendo al PP y anunció que mantendrá la misma firmeza que hasta ahora "para defender la presunción de inocencia y el derecho efectivo a la defensa de todas las personas, sean o no militantes del PP".