Sector financiero
El Banco de España ratifica que no fijará un colchón anticíclico a la banca hasta que los efectos económicos del Covid-19 queden atrás
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El Banco de España confirmó este miércoles que no exigirá construir un colchón anticíclico de capital a las entidades tampoco en el segundo trimestre del 2021 y lo mantendrá así, “al menos, mientras no se hayan dejado atrás los principales efectos económicos y financieros derivados de la pandemia” y “se haya retornado a una senda de recuperación macroeconómica”.
Para el organismo, el adverso impacto macrofinanciero de la pandemia del Covid-19, que “se ha reflejado en un importante retroceso de la actividad económica”, y el todavía “alto nivel de incertidumbre asociado a su evolución futura desaconsejan la utilización de este instrumento macroprudencial en una situación en que resulta prioritario facilitar la financiación de la economía real”.
Al respecto explica que dicha provisión de crédito a la economía real por parte de los bancos “es un elemento clave en la estrategia para mitigar la severidad de los efectos macrofinancieros adversos del coronavirus y facilitar, de esta manera, una paulatina recuperación de la actividad económica”.
El colchón anticíclico es un instrumento macroprudencial por el que los supervisores pueden demandar acopiar recursos propios durante períodos expansivos y de crecimiento “excesivo” del crédito a fin de que puedan ser liberado durante una fase subsiguiente de contracción.
Al acumular recursos se refuerza la solvencia del sector durante las fases de crecimiento, que es cuando habitualmente se produce una acumulación de riesgos, y ayuda a mitigar la disminución del flujo de crédito nuevo a la economía cuando dichos riesgos se materializan ante un deterioro de la situación macrofinanciera.
La decisión de no activarlo está en línea con las orientaciones de relajación temporal de requerimientos prudenciales en respuesta al Covid-19 emitidas por el Banco Central Europeo (BCE), la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS), la Autoridad Bancaria Europea (EBA), el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS) y el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB).
A la hora de evaluar si procede o no poner en marcha estos colchones, el organismo monitoriza un conjunto de indicadores macroeconómicos para tener una detección temprana de potenciales desequilibrios. En la actualidad cree que dichos indicadores “han perdido parte de su valor informativo” por la situación, caracterizada por perturbaciones de naturaleza exógena al sistema financiero (al ser inducidas por el Covid-19), y del consiguiente cambio drástico de la situación coyuntural de la economía española.
No en vano, se han producido caídas “abruptas” del PIB y “aumentos moderados del volumen de crédito concedido”, incentivados por las medidas de apoyo de las autoridades dirigidas precisamente a amortiguar el impacto de la pandemia y facilitar la recuperación económica. Eso, que en condiciones normales podría lanzar alertas, no debe interpretarse ahora como tal, según explica el Banco de España.
Por ello, el organismo está vigilando otro tipo de indicadores como el de Riesgo Sistémico, que permite realizar un seguimiento en tiempo real del nivel estimado de las tensiones sistémicas en los mercados financieros.
(SERVIMEDIA)
24 Mar 2021
ECR/gja