Blanco hizo esta aclaración en los pasillos del Congreso y atribuyó la cifra dada de más de 90.000 personas afectadas por este tributo a una mala "interpretación" de sus palabras hecha por los periodistas.

En sus declaraciones insistió en que al hablar de esa cifra de contribuyentes se refería a lo ocurrido en 2007, el último año en que el Impuesto de Patrimonio estuvo vigente, y ahora "hay que hacer la proyección sobre los que van a declarar en 2011".

Blanco insistió molesto en que "no hice ninguna proyección" y aseguró que los datos fiables se analizarán en la reunión del Consejo de Ministros de mañana viernes.

De las declaraciones hechas por Blanco ayer se desprendía la idea de que el nuevo impuesto afectará a aquellos que tengan más de un millón de euros, y que esos no son más de 90.000 contribuyentes.

El portavoz del Gobierno pidió esperar al viernes para conocer los detalles de la decisión que adoptará el Consejo de Ministros y negó que esta medida signifique que se esté persiguiendo a la clase media.

Explicó que en 2007, último año de su aplicación, el 75 por ciento de la recaudación por este impuesto, que alcanzó los 2.000 millones de euros, procedía del 25 por ciento de los ciudadanos que lo pagaban, es decir, que un 25 por ciento contribuía con 1.400 millones de euros.