Según consta en la sentencia, los magistrados de la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional consideran que Gallaga Ruiz cometió un delito continuado de terrorismo.

Los jueces consideran probado que, en abril de 1997, Francisco Javier Gallaga Ruiz formaba parte del comando Andalucía de ETA, junto con José Luis Barrios Martín y Asier Ormazábal Liceaga, ya juzgados por estos hechos.

También consideran demostrado que Gallaga Ruiz y sus dos compañeros del comando prepararon varios artefactos explosivos y, en la noche del 17 al 18 de abril de 1997, se desplazaron desde Granada, donde residían, a Sevilla.

Cuando se encontraban a unos 35 kilómetros de Sevilla, en un puente de la línea férrea del AVE Madrid-Sevilla, colocaron uno de los artefactos.

Además, colocaron otros diez artefactos más en las patas de cuatro de las torres de tendido eléctrico siutadas en los límites de los municipios de Santiponce y Valencia de la Concepción.

El artefacto colocado en la vía del AVE no llegó a explotar, pero sí los colocados en las torretas, que estallaron a las 5 horas pero no ocasionaron la caída de ninguna de ellas.

De vuelta en Granada, el 18 de abril, hicieron varias llamadas de teléfono a diversos medios de comunicación, diciendo en nombre de ETA que habían colocado los citados artefactos explosivos.