Según informa el Consistorio, la comercialización de ambas modalidades está prohibida en España por el Instituto Nacional de Consumo, el cual subraya la vigencia en todo el país de las normas europeas que regulan la fabricación de estos productos y prohíbe la venta de aquellos que no dispongan de un mecanismo de seguridad específico para impedir su uso por menores de 51 meses de edad.

Además, el dispositivo debe rearmarse después de cada encendido sin que pueda anularse con facilidad y prolongar su eficacia durante todo el período razonable de vida del producto.

La resolución del órgano de consumo español se extiende también a los encendedores "de fantasía", una denominación que agrupa a los parecidos a personajes de dibujos animados, juguetes, relojes, instrumentos musicales o partes de la figura humana.

"Especialmente comprometidos" explicó Alberto Matiaces, concejal de Desarrollo Local, "son los que incorporan notas musicales, destellos de luz, objetos móviles u otros efectos divertidos que impulsan a la manipulación accidental o voluntaria por los pequeños. Es esta circunstancia la que nos mueve a redoblar nuestros esfuerzos para garantizar la seguridad de los niños y de los usuarios en general".