En un encuentro informativo con el Fórum Europa, organizado por Nueva Economía Fórum, el candidato rechazó la tesis de que la compañía esté siendo castigada en los mercados por ser española, porque lo que esos mercados valoran son principalmente las cuentas de resultados.

Precisó, en todo caso, que no le gustan las “deslocalizaciones” y que las empresas que han gozado de “grandes desgravaciones fiscales” gracias a las cuales se han fortalecido y se han internacionalizado deben demostrar un “compromiso” con España y no centrar su creación de empleo en el exterior.

Es cierto que España también se ha beneficiado de ese crecimiento de sus empresas, reconoció el candidato, pero el hecho es que las desgravaciones fiscales han sido tales que la propia Unión Europea “ha dicho que se acabó”, y se declaró abiertamente partidario de “pedirles un esfuerzo para la creación de empleo” en España.

Se mostró además convencido de que todas esas grandes empresas se mostrarán dispuestas a ello, y puso como ejemplo el “muy buen plan” de emprendedores que tiene Telefónica.

El candidato rechazó también la acusación de que el Gobierno fomentó la “desespañolización” de Endesa, y atribuyó a “avatares empresariales” la entrada de capital italiano.

Sobre Repsol, aseguró que en el Gobierno se sintió “muy cómodo” con la relación existente con países como México y Argentina con peso en la campañía, aunque siempre le gustaría “que la dirección estratégica siguiera en manos españolas”.