En un encuentro informativo con el Fórum Europa, organizado por Nueva Economía Fórum, el candidato recordó que el PP gobernó ocho años sin tocar ese impuesto, y concluye por ello que entonces no le debía parecer, como dice ahora, que castigara el ahorro.

Defendió que cuando se modificó el impuesto el contexto económico era “bien distinto” al actual y entonces se entendió que se bonificara la totalidad, pero ya cuando presentó su candidatura, en julio, abogó por “revisar” esa decisión al entender “razonable y justo” que los grandes patrimonios contribuyan al esfuerzo colectivo para salir de la crisis.

Ya en ese momento, precisó que el impuesto debería dirigirse a “grandes” patrimonios porque en su anterior configuración gravaba a las clases medias y por ello “no cumplía alguno de los objetivos para los que se pensó”.

El motivo de pedirle al Gobierno que lo reactive ya, es que de esa forma, explicó, quien gobierne el próximo año ya tendrá disponibles los cerca de 1.000 millones que ese impuesto reportará al Estado sin tener que esperar al ejercicio siguiente, recursos que, en su caso, destinaría a fomentar la creación de empleo para los jóvenes.

Ante la negativa del PP a recuperar ese impuesto, el candidato recordó que cuando el Estado decidió bonificar su totalidad compensó a las comunidades autónomas con unos 2.000 millones anuales, por lo que, si ahora los gobiernos autonómicos deciden no recaudarlo, tendrán que explicar a sus ciudadanos por qué renuncian a ello “mientras recortan con las tijeras de podar”.

Esa oposición a la recuperación del Impuesto de Patrimonio es, aseguró el candidato socialista, de las pocas propuestas que se ha escuchado al PP. Sin embargo, se mostró convencido de que “alguna cosa más habrá” entre el “desconocimiento espectacular” de Esteban González Pons al avanzar el objetivo de crear 3,5 millones de puestos de trabajo y la idea de Mariano Rajoy de “llamar” a los bancos para que vuelva a fluir el crédito.

En su opinión, es “arriesgado” comprometer una cifra de creación de empleo más allá de la estimación que pueda hacerse de lo que pueda incentivar el sector público, pero el PP debería avanzar algo más que su intención de “incrementar la factura telefónica llamando a todos los bancos”.