Elecciones Madrid
Gabilondo propone “un gobierno serio y en serio” frente a “eslóganes ridículos” y el postureo en las redes sociales
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El presidente del PSOE a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, se presentó este sábado como alguien capaz de conformar “un gobierno serio y en serio” frente a quienes apuestan por “eslóganes ridículos y demagógicos” y a quienes se dedican a “incendiar” las redes sociales como medio de entender la política.
Lo dijo durante la presentación de su campaña para las elecciones en la Comunidad de Madrid del próximo día 4 de mayo en la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz, un acto en que también estuvieron presentes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; el delegado del Gobierno en Madrid y líder de los socialistas madrileños, José Manuel Franco Pardo; la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra; y la vicealcaldesa de Rivas y jefa de la campaña de Gabilondo, Mónica Carazo.
Gabilondo hizo de la necesidad virtud al utilizar como activo la caricatura que se hace de él en los cenáculos de la política madrileña y de algunos medios de comunicación como alguien serio y soso. De hecho, el primero de los vídeos de campaña de los socialistas madrileños le presenta como alguien “serio, soso y formal” adaptando la canción de Loquillo ‘Feo, fuerte y formal’.
De este modo, trasladó a Sánchez que durante su discurso le había escuchado hasta 14 veces referirse a él como alguien serio. “He pillado la indirecta”, bromeó, lo que le dio pie a dejar claro que “es cierto que soy serio, soso y formal, pero con mayúsculas, porque puedo garantizar un gobierno serio y en serio”.
Atestiguó su rechazo a la “bronca” y a “vociferar”, máxime en un contexto de pandemia y de crisis económica, y dejó claro que “no quiero resumir mi programa en un ‘tuit’, porque tengo mucho más que decir”.
Arguyó su inclinación a tomarse las cosas en serio, ya que “es serio lo que sucede a miles de madrileños que sólo han crecido con crisis y más crisis. Es serio lo que le sucede a amigos y antiguos alumnos que continúan sin casa, sin trabajo, con miedo, viendo a sus abuelos trabajando y a sus padres en paro y sobreviviendo”.
Comentó que “el descaro, el insulto, no me representa. A veces, ensayo, pero no me sale”, ya que “no creo en el odio ni en que la tensión sea el camino para solucionar los problemas”. Esto le sirvió para refutar la deriva hacia la que se encamina la política actualmente al proclamar que “no soy un político de marketing, soy, lisa y llanamente, un profesor. He ganado y he perdido en política. Sé lo que es la vida”.
Por ello, se preguntó “¿tengo algo que decir en este mapa? ¿El griterío y el show nos representa?” a lo que se respondió urgiendo a huir de las “soflamas” e instando a “hacer un esfuerzo enorme para centrarnos en hablar de Madrid”.
Dijo compartir el “estupor” de los madrileños por haberse visto convocados “gratuitamente” a las urnas en medio de “mensajes absurdos donde se entremezclan el comunismo, el fascismo y la libertad”. De hecho, se compadeció del trabajo de los corresponsables de medios extranjeros a la hora de abordar sus crónicas sobre Madrid.
Por ello, propuso una “enmienda a la totalidad ante el sinsentido de las últimas jornadas” desde el convencimiento de “tras la corrupción de las palabras viene la corrupción de los hechos”, y llamó a “respetar la inteligencia de la ciudadanía de Madrid”.
PROPUESTAS Y NO INSULTOS
“No me van a encontrar en este espectáculo, que no sólo es degradante en lo intelectual, sino pernicioso para la vida real de los madrileños”, advirtió.
Dijo estar dispuesto a debatir “con quien haga falta, donde haga falta y cuantas veces haga falta”, si bien dejó claro que “cada segundo que otras candidaturas dediquen a desbarrar, denigrar, apartar y excluir”, él se centrará en “proponer”. “No hace falta ser filósofo para esto. Sólo hace falta un poco de decoro, de sentido, de vergüenza y de vocación de servicio a las mujeres y a los hombres a los que se pretende representar”, añadió.
Luego de enumerar la rémora del PP en materia de inversión pública en educación y en sanidad en la Comunidad, subrayó que ello “no es inexorable ni fruto de la mala suerte”, sino consecuencia de “una opción política tomada con plena conciencia de sus objetivos desarrollada en muchos años”.
Por esa razón, dijo que la alternativa a su candidatura es “la degradación de la política, son los gritos que no dejan escuchar las razones, son los problemas ilusorios de posiciones extremistas que tapan los problemas de las personas”, lo cual, añadió, tiene “consecuencias graves y profundas al crear divisiones y heridas difíciles de sanar”.
Gabilondo comentó que en Madrid “no viven personajes de una serie”, sino “hombres y mujeres que quieren vivir su vida lo mejor posible”, por lo que lanzó la siguiente pregunta: “¿Vamos a construir una comunidad a partir de la furia?”
A continuación presentó “tres propuestas muy claras”: “dar un paso al futuro dejando atrás la desigualdad, la injusticia social y la corrupción de un PP que transita hacia un presente extremista y demagógico”; “estabilidad” luego de que la Comunidad haya conocido cuatro presidentes en los últimos seis años; y “restablecer la dignidad política e institucional” tras los casos de corrupción del PP.
“No podemos ser una comunidad donde se pone en cuestión la ética pública”, aseveró.
Gabilondo también presumió de dejarse “acompañar” por los clásicos a la hora de construir sus discursos, siendo consciente, dijo, de que muchas personas le critican su empeño. Por ello, citó al emperador romano Marco Aurelio para proclamar que “la mejor manera de defenderte es no parecerte a ellos” a la hora de defenderse de quienes, dentro y fuera de su partido, preferirían “un perfil más agresivo, más exagerado, más incisivo” al suyo.
“Aquí estoy, como soy y quien soy, dispuesto a dar lo que soy, cuanto tengo y cuanto vivo por este proyecto para Madrid. No he entrado en política para incendiar las redes, ni para hacerme un nombre”, dejó caer.
Gabilondo también destacó la importancia de alcanzar “acuerdos efectivos con diferentes” sin que por ello se pierda la esencia de lo que uno propugna. “Si no aceptamos a quienes no piensan como nosotros, si no aceptamos al otro, si no queremos vivir en sociedad con otras ideas, no merecemos liderar un proyecto de sociedad”, concluyó.
Por último, dejó claro su apuesta por “la política concebida como elemento de transformación de la realidad” y, parafraseando a Hegel, dijo que “nada grande se ha hecho sin pasión”. “Creo apasionadamente que lo vamos a conseguir. Hagámoslo, no por revancha ni por partidismo, sino por Madrid”, concluyó.
(SERVIMEDIA)
20 Mar 2021
MST/man