Así lo defendió en entrevista con Servimedia, donde alertó de que el “hecho de que tengamos un empeoramiento de las condiciones fiscales del ahorro privado indudablemente va a tener un impacto” y es “una mala noticia”.

Su reflexión tiene que ver con la decisión del Gobierno de rebajar este año el umbral que pueden deducirse los ahorradores que contraten planes de pensiones individuales para su pensión desde los 8.000 euros a los 2.000. En los planes colectivos, en cambio, ha subido el tope de deducibilidad desde los 8.000 a los 10.000 euros con la intención de fomentar su contratación en el seno de las empresas y que se construyan huchas para sus plantillas.

“Medidas que vayan en contra de favorecer ese aseguramiento privado, ese ahorro privado, me parece que no son el camino”, lamentó Lara y demandó un planteamiento “congruente y complementario” que combine esfuerzo público y privado a la luz del enorme reto que va a representar mantener el estado de bienestar en materia de pensiones.

A su juicio, uno de los “grandes desafíos” que la sociedad española y la europea en su conjunto encaran es precisamente cómo “garantizar una cierta estabilidad económica a nuestros mayores” y “la combinación de circunstancias económicas, sociales y demográficas va a hacer muy difícil que la solución sea exclusivamente pública”.

Dada la envergadura del reto, afirmó que su solución pasa por alcanzar “un consenso político y social” que garantice la continuidad de las pensiones. Al respecto abogó por acordar un plan que “debería de trascender, al igual que la educación o que otras cuestiones, a una cierta tendencia política o a unas decisiones que se tomen en una legislatura en concreto”.

“Tiene que ser una solución pública y tiene que ser una solución privada, y una solución privada que disponga de las ayudas públicas adecuadas para favorecer y garantizar ese ahorro a largo plazo”, relató.

“Yo creo que hay que buscar una complementariedad y que ésa será la forma en que realmente, a medio largo plazo, tendremos un modelo que sea sostenible con su parte pública, que indudablemente va a seguir teniendo una importancia fundamental, pero también con una parte de complementariedad privada”, insistió.

En dicha estructura apuntó que “los planes privados tendrán su parte” y “habrá que trabajar” también los planes de empleo, que “hasta ahora y en comparación con otros mercados, todavía están muy poco desarrollados, por no decir nada, desarrollados”, en alusión clara también a que deben desplegarse incentivos fiscales para promover los planes de pensiones colectivos en el seno de las empresas.