En su intervención en la inauguración de la escuela de verano de UGT Asturias, Álvarez-Cascos advirtió de que esta reforma puede "dejar graves secuelas en nuestra convivencia democrática".

En este sentido, el presidente del Ejecutivo autonómico lamenta que esta reforma haya provocado "la ruptura del consenso social y político", y sostiene que es una reforma que "no está justificada".

En su opinión, habría sido suficiente con restablecer la legislación de 2001 que él "tuvo la oportunidad de impulsar" y que permitió alcanzar un superávit cercano al 2%.

De esta forma, se habría evitado "afectar a un valor superior como es el espíritu de convivencia tan sensible y trascendente que se sustenta en el consenso constitucional".

"Por eso, más allá de la postura acerca del déficit y de la estabilidad presupuestaria, invito a UGT a liderar el esfuerzo por mantener este espíritu de consenso constitucional", dijo Álvarez-Cascos.

Asimismo, denunció que la reforma de la Constitución obedece a "no sé muy bien qué mandatos externos", por lo que insta al sindicato a "evitar a toda costa que se consume -la reforma- si queremos fortalecer el valor de la convivencia, como valor constitucional superior a cualquier política concreta".