Según informa el Instituto Armado, a primera hora de la tarde del pasado martes, los agentes identificaron una mochila que contenía un bulto sospechoso y que, tras ser analizada a través del escáner y otros medios radiológicos, fue apartada del circuito de maletas.

Un agente, con la ayuda de su perro, confirmó la presencia de sustancia estupefaciente en el interior de la mochila y, una vez localizado el propietario, que acababa de descender de un vuelo procedente de Bogotá (Colombia), se le pidió que la abriera.

En su interior había una bobina antisísmica, utilizada en construcción como amortiguación de las estructuras, y ante la certeza de que dentro de ella se había ocultado droga, se utilizó una radial para abrirla, revelando que contenía 27.300 gramos de cocaína.

El propietario de la mochila, R.P.P., peruano de 39 años de edad, fue inmediatamente detenido y ya ha pasado a disposición judicial. La intención del presunto traficante era transportar la droga a Marrakech (Marruecos) en un vuelo que hubiera partido minutos después de su llegada a España.