En la sesión extraordinaria del Pleno para tomar en consideración la proposición de ley de reforma, Ridao subrayó que en democracia “las formas son también parte del contenido”.

“Menuda urgencia” si parte de la reforma entrará en vigor en 2020, comentó Ridao, convencido además de que “hurtar” el debate parlamentario y la consulta en referéndum demuestra la negativa de los grandes partidos a modificar un sistema “obsoleto” a pesar del descrédito ante los ciudadanos, precisamente por esa actitud.

Ridao denunció que quienes a lo largo de la legislatura no han estado de acuerdo en nada salvo el modelo de Estado, “se despachan en una semana y con sordina toda una reforma constitucional”.

Lo hacen, advirtió, “descerrajándose un tiro en el pie” al demostrar que lo antes era “sagrado, inviolable, so pena de amenazar la concordia”, en realidad se puede cambiar a golpe de “insolación veraniega” por una “simple imposición” de Alemania y del Banco Central Europeo a cambio de la compra de deuda y de la futura emisión de eurobonos.

En opinión de ERC, la reforma no es más que una “impostura” porque la ley de estabilidad presupuestaria ya regulaba el principio que se incluye ahora en la Constitución, pero ideológicamente la juzgó “muy peligrosa” por obedecer a los dictados conservadores, a las reflexiones de FAES y a José María Aznar como “auténtico padre”.

La rigidez impuesta a la Constitución impedirá la necesaria flexibilidad para atener posibles recesiones, alertó Ridao, y es “el último golpe” a la posibilidad de emprender una salida social de la crisis económica.

Además, precinde del hecho de que unas comunidades tienen más competencias que otras y, por tanto, un histórico de deuda diferente, y de ello concluyó que en realidad “le cargan nuevamente el muerto” a las autonomías.

No es un problema de déficit en las cuentas, concluyó, sino de “déficit de credibilidad” en gran parte por la “mala cabeza” del Gobierno y el “gravísimo deterioro” que supuso para las cuentas públicas el “auténtico derroche” de 2009 con “todo tipo de cheques y deducciones fiscales” hasta elevar el déficit al 11,2% del PIB.