El Gobierno llama a sumarse a la reforma constitucional que “contribuirá a afianzar la confianza en la economía”
- Blanco asegura que han sido Rajoy y Rubalcaba los que han protagonizado la negociación tras la iniciativa del presidente
- Niega “tajantemente” que la reforma responda a una exigencia del BCE
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El portavoz del Gobierno, José Blanco, invitó este viernes a todos los demás partidos al acuerdo suscrito entre el PSOE y el PP para incluir en la Constitución el principio de estabilidad presupuestaria de las administraciones públicas, porque “contribuirá a afianzar la confianza en la economía española”.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, Blanco celebró el acuerdo y aseguró que el Gobierno se siente “muy satisfecho” del alcance del mismo y de sus términos, y felicitó expresamente a quienes dirigieron la negociación.
Precisó, en ese sentido, que el presidente fue el impulsor de la iniciativa al proponerla en su última comparecencia ante el Pleno del Congreso de los Diputados, per han sido las fuerzas parlamentarias las que han “protagonizado” el acuerdo, porque esa era la voluntad de José Luis Rodríguez Zapatero.
De hecho, el papel del candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sido el que corresponde “al líder del PSOE”, es decir, fijar las posiciones del partido en la negociación y la orientación del acuerdo, “igual que, estoy seguro, hizo el líder del PP”.
Mientras, explicó, el presidente ha estado en “permanente contacto” con ellos dos y con los dirigentes de otras fuerzas políticas que “se deben sumar al acuerdo” por entender que es positivo para España.
Con esa explicación, Blanco respondió a quienes, sobre todo desde el PP, minimizan el papel de Pérez Rubalcaba y atribuyen el acuerdo a la intervención directa del presidente y de otros dirigentes socialistas.
El Gobierno invita ahora a los suscriptores del acuerdo, PSOE y PP, a “ampliar” el consenso a las demás fuerzas parlamentarias, y abre un periodo, hasta que el texto sea debatido y votado en el Pleno del Congreso, para dialogar “dentro de los márgenes que hay”, que son escasos debido a la voluntad de aprobar la reforma antes de que finalice la legislatura.
Blanco no quiso hacer “previsiones” sobre la posibilidad de que los parlamentarios partidarios del referendum superen el 10% en alguna de las dos cámaras, mínimo exigido en la propia Constitución para obligar a que la reforma sea ratificada por los ciudadanos en las urnas.
Al ser preguntado por ello, se limitó a recordar que existen “dos caminos” para la reforma de la Constitución, una que exige referendum si se modifican derechos fundamentales y libertades públicas o lo relativo a la Corona, y otra, la aplicada en este caso, que tiene “otra previsión” de tramitación.
El Gobierno respetará siempre “la previsión” de la Constitución, se limitó a decir Blanco, que apuntó su creencia en que “desde el punto de vista legal no es posible la coincidencia” de referéndum con las elecciones generales, como propone CiU.
Blanco no quiso explicar tampoco los argumentos con los que el Gobierno venció la inicial reticencia del candidato socialista a esa reforma, pero reiteró que se ha encontrado una fórmula “inteligente” para compatibilizar “principios” incluidos en la Constitución y concreciones que se dejan para una ley orgánica posterior.
Finalmente, Blanco negó “tajantemente” que esta reforma responda a una exigencia del Banco Central Europeo, al asegurar que no tiene “constancia” de una carta enviada al Gobierno, pero sí de que “en ninguna de las múltiples conversaciones” del presidente y la vicepresidente con los responsables de esa entidad y con otros mandatarios y dirigentes europeos se planteó una “exigencia” en ese sentido.
“No busquen agua donde no la hay, en este tema hay sequía, no hay agua”, aseguró Blanco, para responder a las múltiples preguntas en ese sentido y subrayar, además, que su respuesta había sido “clara” y no “a lo Mariano Rajoy, a la gallega”.
(SERVIMEDIA)
26 Ago 2011
CLC/pai