Esta cifra supondría cerrar el año con un descenso de la afiliación de cerca del 5,5%, una “caída importante que tiene su reflejo en las cotizaciones sociales”. Además, señaló que las aportaciones a la Seguridad Social se verán también afectadas por la baja inflación, ya que eso supondrá un menor incremento de los salarios y, por tanto, de la cuantía de las cotizaciones.

Por esta razón, apuntó que “vamos a tener una disminución muy acusada en 2009 de las cotizaciones de empresas y trabajadores”, mientras que se registrará también un fuerte incremento en las aportaciones de los servicios públicos de empleo.

En este sentido, explicó que la Seguridad Social prevé para 2010 un “escenario de consolidación” de la tendencia de los últimos meses y espera una evolución similar a la de 2009 pero de forma “simétrica”, con una mejora en la segunda mitad del año.

“Hemos entrado en una meseta, por la que circularemos los primeros meses de 2010 y, a partir del segundo semestre, volveremos a repuntar”, dijo Granado.