En una entrevista en Servimedia, Cuenca señaló que hay que tener en cuenta que "se han paralizado los servicios que recibían de rehabilitación, de logopedia, o cualquier tipo de actividad en los centros de día, lo que ha provocado que las personas no pudieran hacer las actividades que venían realizando habitualmente”.

“Eso también afecta en la persona, en cómo se encuentra, sin olvidar lo mental, que eso nos ha afectado a todos”, por lo que el confinamiento “nos ha pasado y nos pasa una factura a nivel emocional tremenda”.

En cuanto a las personas con discapacidad con gran dependencia que se encontraban en residencias, “por desgracia hay trabajadores y residentes que han enfermado y hemos visto que las manos para trabajar se han reducido y ha habido bajas”, lamentó la directora de la Oficina de Accesibilidad.

Ese hecho, añadió, “ha pasado factura”, porque “las personas no han podido tener la atención que siempre se ha dado, cuando más lo necesitaban”. En este sentido, destacó que “ha habido un gran esfuerzo, se han remangado y han cubierto tareas que no eran las que les correspondían dentro de su trabajo”.

Respecto a la situación de las personas con discapacidad en domicilios, “hemos visto que auxiliares de ayuda a domicilio han dejado de ir porque se han contagiado o también porque la persona con discapacidad ha dicho que no fuesen por ese miedo que se ha tenido”.

Cuenca incidió en que esa situación “ha implicado que las personas que conviven con la persona con discapacidad, en muchos casos personas mayores, han incrementado ese esfuerzo de atención”. Por desgracia, “a quien más factura ha pasado la pandemia son las personas mayores y las personas con discapacidad”.