Con este auto, la Audiencia Nacional mantiene las condiciones impuestas en el dictado el pasado 18 de julio.

Hussein Salem alegó que carece de bienes para hacer efectiva la fianza ya que sus cuentas han sido bloqueadas, por lo que "el acceso al dinero que se presume posee es absolutamente imposible", y que no tiene ninguna capacidad económica en el extranjero.

Invocaba además el arraigo familiar y social en España para rechazar el supuesto riesgo de huida, y alegaba su "delicado estado de salud" para revocar la prisión provisional.

La Audiencia estima que en el tiempo transcurrido desde el anterior auto no se ha podido acreditar la imposibilidad de reunir o disponer de la suma de dinero requerida para aludir la prisión provisional.

Recuerda además que la cantidad ya fue rebajada y ningún acontecimiento sobrevenido hace replantearla de nuevo.

Entiende que "subsisten las razones" por las que no se concedió el arresto domiciliario del empresario, lo cual no impedía su traslado a un centro hospitalario.

Concluye por todo ello que "han de adoptarse las medidas cautelares personales que sean suficientes y necesarias para asegurar la sujeción del reclamado al proceso en marcha en tanto su tramitación y el dictado de resolución final del mismo", por lo que mantiene las condiciones del auto del 18 de julio.