Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, Ocaña insistió en que subir impuestos es "un ejercicio de responsabilidad" por la necesidad de la consolidación fiscal.

El responsable de Hacienda señaló que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2010 son de "transición", porque "todavía arrastran los costes de una crisis que vamos a seguir viviendo pero que empiezan a prepararnos para la recuperación".

En todo caso, Ocaña quiso recordar que los PGE son sólo una parte de la política económica, y que se están llevando a cabo otras actuaciones de carácter estructural que ya se llevan a cabo, como la Directiva de Servicios, o otras que se van a poner en marcha, como la Ley de Economía Sostenible.

Sobre la posibilidad de nuevas subidas de impuestos, el secretario de Estado insistió en que "no hay planes" de otros incrementos más allá de los ya anunciados.

"La elevación de impuestos que teníamos que proponer era ésta y es fruto de una reflexión muy detallada", agregó.

Desde las filas del PP, el diputado Vicente Martínez Pujalte señaló que "lo mejor que nos pudiera pasar es que no lograran apoyos, y si no es así que los Presupuestos no vayan a peor porque ya bastante malos son".

Pujalte aseguró que los PGE están basados en mentiras, como que son austeros, que aumentan el gasto social y que buscan un reequilibrio de las arcas públicas.

Mientras, desde CiU, su portavoz de Economía, Josep Sánchez-Llibre, señaló que "son los Presupuestos de la resignación" por la "imposibilidad" del Gobierno de plantear un plan anticrisis.

Además, apuntó que en su opinión es "incompatible" subir impuestos y la generación de puestos de trabajo, y agregó que se "equivocan totalmente" con el proyecto de PGE.