Caballero hizo esta afirmación en el discurso que pronunció en el Auditorio Nacional en Madrid antes del XIX Concierto In Memoriam, que anualmente tiene lugar coincidiendo con la celebración el 11 de marzo del Día Internacional de las Víctimas del Terrorismo.

Antes de este concierto, que presidió don Felipe, Caballero se refirió a que el colectivo que representa sigue pidiendo “memoria, dignidad, justicia y verdad”, tal y como dijo se recoge en la Ley de Víctimas del Terrorismo de 2011.

Señaló que el tiempo transcurrido desde la aprobación de esta norma no resta a sus principios directores “ni un ápice de importancia ni actualidad”, al tiempo que citó como motivos de preocupación para las víctimas que se aplique la ley a los etarras “sin atajos”; que no reciban homenajes; y que los “cómplices” que ha tenido durante años no logren borrar su trayectoria.

“HUMILLACIÓN Y VEJACIÓN”

A este respecto, en clara alusión al entorno político de ETA, señaló que hay “verdugos y demasiados cómplices” de la banda terrorista “que hoy intentan normalizar su situación e integrarse, tratando de desdibujar sus atentados terroristas y blanquear su pasado, pero es imposible ocultar toda la sangre que derramaron y el inmenso, permanente e irreversible dolor causado”.

Respecto al cumplimiento de la ley respecto a los terroristas, reclamó que se les aplique “sin atajos”, porque “quienes sólo se han afanado en sembrar dolor y desolación sin arrepentimiento no merecen ningún trato condescendiente".

Al mismo tiempo, Caballero reclamó “que se ponga fin a los homenajes y recibimientos públicos a los terroristas”, porque cada acto de este tipo es “una humillación y una vejación para sus víctimas e impedirlo es uno de los más esenciales requisitos de justicia en un Estado de derecho como el nuestro”.

Por último, se refirió a que en la actualidad es necesario “más que nunca” seguir trabajando “desde la unidad”, de forma que se pueda “asentar un relato donde quede bien claro que las víctimas eran inocentes, donde quede escrito que las víctimas defendieron la democracia y confiaron en el Estado de Derecho como único instrumento, porque ellas nunca quisieron participar en esta historia de terror y ninguna mereció el daño sufrido”.