Las familias más vulnerables de Garissa carecen de alimentos para la próxima semana y las parroquias de esta zo0na han solicitado ayuda para poder comprar en los mercados locales alimentos básicos como maíz, aceite y azúcar, con el fin de distribuirlos entre las familias que no tienen dinero para comprar estos productos, que actualmente valen un 80% más de lo habitual.

La diócesis de Garissa, con el apoyo de la red de Cáritas Internacional, realiza el diagnóstico de las grandes necesidades de las comunidades rurales keniatas que viven alrededor de los campos de refugiados de Dadaab, en la frontera con Somalia.

Esta zona, que ya vivía una emergencia nutricional con muy escasos recursos, ha visto cómo la afluencia de refugiados somalíes que huyen de la hambruna de su país ha desbordado las capacidades de los campos de refugiados que existían.

Por otro lado, la Cáritas Diocesana de Meki (Etiopía), afirmó que la población se está alimentando de frutos de los árboles o de la poca caza que les queda, han terminado con la reserva de los alimentos de la temporada pasada y en junio pasado vendió el ganado que tenía para comprar comida.

“Si en dos o tres semanas no reciben ayuda se empezarán a morir de hambre o a emigrar a otras zonas del país de forma masiva, como está pasando ahora en Somalia", recalcó.

Cáritas Eritrea con la que Cáritas Española lleva trabajando más de doce años, sufre una emergencia alimentaria permanente agravada en estos momentos por la situación del Cuerno de África.