Tribunales
Cristóbal Páez admite haber recibido 12.000 euros en negro de manos de Bárcenas y Lapuerta
- El exgerente asegura que Bárcenas seguía llevando los asuntos económicos del partido pese a haber dimitido de todos sus cargos
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Cristóbal Páez, exgerente del PP, admitió este miércoles en el juicio por la ‘caja B’ del PP que recibió dos sobres con 6.000 euros cada uno como pago a sus servicios de manos del extesorero fallecido Álvaro Lapuerta y de su sucesor, Luis Bárcenas. Aseguró que no sintió “vergüenza porque me lo dieran en negro. Vergüenza tenían que sentir ellos”.
Páez ejerció sus responsabilidades cuando Bárcenas era el tesorero del partido. La Fiscalía Anticorrupción pide para él 18 meses de cárcel como cómplice en un delito de falsedad documental y otro contra la Hacienda pública.
En su declaración, responsabilizó de toda la gestión económica de las obras en la sede del PP a Bárcenas y aseguró que su papel era controlar la buena marcha de los trabajos y negociar los costes.
En respuesta al fiscal, Páez explicó que cuando estalló el ‘caso Gürtel’ en 2009, Bárcenas le entregó una carpeta con documentos para que los guardara. "Yo no quería prestar atención. Tenía miedo. No quería que me comprometiera", aseguró ante el tribunal. "Había contratos, facturas y unas hojas de cálculo, pero no lo que se llaman los ‘papeles de Bárcenas’", dijo contradiciendo al extesorero que afirmó en su declaración haberle entregado esos ‘papeles’ para que los guardara.
En esa contabilidad extracontable que llevaba Bárcenas aparecían dos apuntes de 6.000 euros cada uno a su nombre correspondientes a 2007 y 2008. Páez ha reconocido haber recibido ese dinero como compensación al buen trabajo que realizó en el partido y por el que había reclamado un aumento de sueldo.
En vez de eso, explicó, un día le llamaron al despacho de Álvaro Lapuerta, y en presencia de Bárcenas le entregó un sobre con 6.000 euros. Páez se quejó de que esa cantidad no se le incluyera en nómina, pero se lo quedó porque "era dinero que yo me había ganado honradamente y que me habían prometido". “Yo no sentí vergüenza porque me lo dieran en negro. Vergüenza tenían que sentir ellos”, remachó.
El subordinado de Bárcenas lo describió como una persona “muy reservada” y “muy celosa de su trabajo”, que siempre estaba “con la puerta de su despacho cerrada aunque no hubiera nadie. Era mi jefe y yo lo respetaba”.
Las cosas se precipitaron cuando saltó el escándalo 'Gürtel', que motivó la dimisión de Bárcenas de todas sus responsabilidades. Pese a ello, el extesorero seguía yendo a la sede del PP y tomando decisiones económicas pese a que la entonces secretaria general, María Dolores de Cospedal, asumió la gestión económica en primera persona.
De hecho, Páez relató que despachaba con los dos y ambos le ordenaban no hablar con el otro. La tensión llegó a ser tan grande que un día Bárcenas le llamó a su despacho y “me lanzó un mechero que pude esquivar”, tras lo cual le dijo “estás muerto, estás acabado". Tras este incidente subió a la séptima planta de la sede, donde estaban los despachos de Mariano Rajoy y Cospedal, para hablar con ellos, pero no encontró a ninguno. Con posterioridad, Bárcenas le pidió disculpas.
Semanas después, Páez preguntó a Mariano Rajoy por qué Bárcenas seguía acudiendo con normalidad a la sede pese a haber dimitido y “el presidente me dijo que no le complicara la vida". Tiempo después, Rajoy le comunicó que iba a hacer cambios en el equipo económico del partido y que él iba a dejar de ser el gerente, aunque le prometió que le mantendría el sueldo y el despacho. Páez ha afirmado que rechazó la propuesta y negoció una indemnización por despido.
Finalizada la declaración de Páez comenzó la de Laura Montero, entonces directora de proyectos de Unifica, la empresa que se encargó de reformar la sede de la calle Génova. Para ella sólo piden cárcel las acusaciones populares. En su declaración negó tener conocimiento alguno de los supuestos pagos en dinero negro.
(SERVIMEDIA)
10 Mar 2021
SGR/clc