Según informó este miércoles la Policía, contra el arrestado había en vigor dos órdenes europeas de detención y la Policía francesa advirtió de su peligrosidad y de su carácter violento, al tiempo que alertó de que el prófugo podría ir armado en el momento de su localización y detención.

El arrestado era buscado por homicidios mediante uso de armas de fuego, lesiones con uso de armas prohibidas, secuestro, extorsión y tráfico de estupefacientes, todo ello cometido como miembro de una organización criminal.

Las investigaciones comenzaron a finales del pasado mes de febrero, cuando Francia transmitió una solicitud para la localización y detención de este huido. El primer hecho por el que se le reclamaba ocurrió en octubre de 2017 en la localidad francesa de Besanzón, siendo condenado a tres años de prisión por supuestas agresiones graves y lesiones con arma de fuego.

AJUSTES DE CUENTAS

Posteriormente, entre diciembre de 2019 y junio de 2020 y como cabecilla de una organización criminal dedicada al tráfico de estupefacientes, ordenó y participó en una serie de ajustes de cuentas con secuestros y ataques con armas de fuego y de guerra.

Estos hechos ocasionaron lesiones y provocaron la muerte a varias personas, entre ellas algunas víctimas inocentes menores de edad. Por estos sucesos se enfrenta a una condena de reclusión a perpetuidad.

Tras recibir la solicitud, los agentes establecieron un dispositivo técnico policial que permitió detectar al fugitivo en el vestíbulo de un hotel del centro de Barcelona. Fue detenido en esos instantes empleándose, para ello, la técnica adecuada a las circunstancias y a las características del fugitivo, una vez analizadas las informaciones de la Policía de Francia en las que advertían de su carácter violento, su peligrosidad y la posibilidad de que fuera armado. También fue detenida la pareja del fugitivo por falsedad documental.