En una intervención en la Comisión de Fomento del Congreso con motivo de la presentación de los PGE para 2010, Lema explicó que con la intención de que estas tasas se ajusten a la media de la UE, el administrador aeroportuario mantiene conversaciones con este colectivo de trabajadores con el objetivo de mejorar su productividad.

Con esta medida, AENA pretende asegurar su viabilidad económica a largo plazo mediante un plan de reducción de costes y de mejora de la productividad, en particular en los servicios de control de tráfico aéreo.

Estas declaraciones en la Cámara Baja del presidente de AENA se producen pocos días después de que el Gobierno aprobara la transposición de una directiva europea que permitirá al administrador aeroportuario contratar controladores formados en otros países de la UE.

En contraposición a las tasas de navegación, Lema destacó que las tasas aeroportuarias son “muy competitivas e inferiores a la media de los países europeos”.

En cuanto a la situación del tráfico aéreo, apuntó que “sufre una coyuntura especialmente difícil, marcada por el descenso de la actividad turística, el impacto del AVE, las restricciones medioambientales, la volatilidad del precio del petróleo y la pandemia de gripe A”.

Según Lema, “esta situación se está traduciendo en una caída del tráfico aéreo y un descenso de los ingresos de AENA, ya que las compañías están realizando ajustes de capacidad y procesos de reestructuración empresarial”.

De hecho, AENA prevé cerrar 2010 con unas pérdidas de 599,8 millones de euros como consecuencia directa de la caída del tráfico aéreo y de la entrada en funcionamiento de las nuevas terminales de Barcelona (2009) y Málaga (2010).

De esta manera, la deuda del administrador aeroportuario pasaría de 10.074 millones a 12.056, “un nivel de endeudamiento compatible” para Lema, quien destacó la capacidad de AENA para generar recursos teniendo en cuenta que los próximos años constituirán un ciclo menos exigente en inversiones.