Los once consejeros responsables de las cuentas públicas de las comunidades gobernadas por el Partido Popular entraron juntos a la sede del Ministerio de Economía y Hacienda para escenificar el nuevo poder autonómico nacido de las pasadas elecciones del mes de mayo.

Castilla y León aprovechó la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera para reiterar su compromiso a cumplir con los objetivos de estabilidad presupuestaria, incluido la fijación de un techo de gasto, austeridad y transparencia de las cuentas públicas. No obstante, Del Olmo reclamó el apoyo del Gobierno de Zapatero con “medidas efectivas y no con reformas que no llegan a producirse”.

La responsable de Hacienda de Castilla y León insistió en la necesidad de arbitrar nuevas medidas que garanticen la liquidez de las comunidades autónomas debido a las dificultades que todas las administraciones públicas están encontrando en los mercados para financiarse.

Dificultades que se han incrementado en los últimos meses con una prima de riesgo disparada debido a la desconfianza de los inversores en la deuda española.