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Exteriores dará a conocer el miércoles los rasgos de su diplomacia feminista

- González Laya lo anunció en la presentación de la ‘Guía de Comunicación No Sexista’ del Instituto Cervantes

Madrid
SERVIMEDIA

La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, anunció este lunes, Día Internacional de la Mujer, que su departamento dará a conocer los rasgos distintivos que caracterizarán la política exterior feminista del Gobierno de coalición.

Lo dijo durante la presentación de la ‘Guía de Comunicación No Sexista’ del Instituto Cervantes que tuvo lugar en la sede de esta institución en Madrid, un acto en el que también intervinieron Luis García Montero, director del Cervantes; Pilar Reyes, directora de la división literaria de Penguin Random House España; Mercedes Quilis y Marta Pilar Montáñez, dos de las autoras de la obra; Carmen Pastor, directora del Área Académica del Cervantes; y la periodista Montserrat Domínguez.

Durante su intervención, la jefa de la diplomacia española constató que los actuales “no son tiempos difíciles”, ya que se venía de una situación caracterizadas por “avances lentos” que contribuían al progreso, pero que se han desbaratado con motivo de la irrupción de la pandemia del coronavirus. “De momento, hemos descubierto que se podía retroceder”, observó.

González Laya lamentó que “muchos de los indicadores por los que luchábamos tanto”, como la igualdad salarial o la lucha contra la violencia de género, “son reversibles”, lo que le sirvió para aseverar que ello “nos interpela y obliga a resetear el contador y a poner más energía, a gritar mucho más, a hacer mucho más, a decir mucho más que tenemos que alcanzar la igualdad entre hombre y mujer, es más, que tenemos más lejos ese objetivo”.

La ministra explico que lo anterior es lo que “modestamente” intenta hacer el Gobierno, tanto en sus políticas internas como en el plano internacional, lo que le dio pie a confirmar que este miércoles su departamento divulgará las líneas maestras de la política exterior española.

A pesar de dar por hecho que habrá quienes ridiculicen y parodien estos esfuerzos en pro de la igualdad, señaló que todavía quedan “asignaturas pendientes” en su departamento, entre las que mencionó la consecución de una “mayor presencia” de mujeres en embajadas y en consulados.

La ministra concluyó su intervención recordando que todavía “queda mucho por hacer en un ámbito que no observamos lo suficiente: la cultura”, ante lo cual invocó el deber de la ciudadanía para “cambiar la cultura como ciudadanos y ciudadanas que somos, desde el uso del lenguaje, de las redes sociales y de la comunicación en su sentido más amplio”.

Por su parte, García Montero comentó que “para que haya transformaciones profundas en la lengua debe haber transformaciones profundas en la sociedad”, ante lo cual impelió a “tomarse en serio las políticas lingüísticas”.

Explicó que “la lengua está en continuo dinamismo histórico en el espacio y en el tiempo, lo que significa que las políticas lingüísticas pueden servir para fomentar totalitarismos, manipulaciones, la carnavalización, la animalización del otro generando desigualdades y odios”, pero también, dijo García Montero, puede contribuir a insuflar “respeto a las diversidades, a la búsqueda de la igualdad o al avance de los valores democráticos”.

El director del Cervantes aprovechó su discurso para pronunciarse sobre un asunto polémico en el debate académico: el uso de la primera persona del plural (nosotros) como aglutinador de ambos géneros en el uso del lenguaje.

Lo hizo para exponer que “la ley abstracta académica dice que en el nosotros se incluye el femenino, porque es un plural inclusivo. En el mundo abstracto, puede ser, pero la lengua pertenece a un ámbito de la comunicación, de la realidad”, en el que según qué formalismos chirrían.

Por ello, comentó la importancia de “tomarnos en serio” las políticas lingüísticas que “buscan la igualdad y los valores democráticos”, al tiempo que se desarrolla una diplomacia cultural española eficiente, ya que “enseñar un idioma no es enseñar un vocabulario, sino enseñar unos valores que hagan un mundo de convivencia y no uno de fragmentación injusto”.

En el acto también intervino Pilar Reyes, quien manifestó que la ‘Guía de Comunicación No Sexista’ nace con la vocación de ofrecer una vía “para expresarnos con mayor propiedad, para comunicarnos inclusivamente y, en definitiva, para comunicarnos mejor”.

Por su parte, Mercedes Quilis dejó claro que “la guía es algo más que una guía”, ya que parte de la base de que “el lenguaje es comunicación en una sociedad cuya aspiración es erradicar el sexismo lingüístico y alcanzar un trato más igualitario entre mujeres y hombres”.

En ese sentido, Marta Pilar Montáñez llamó la atención sobre el hecho de que la guía ofrece mucha importancia al uso de las imágenes, ya que “el valor sexista o no igualitario, no está tanto en la imagen o el texto que la acompaña, sino en la unión de ambos elementos”.

Por último, Montserrat Domínguez agradeció que la guía ofrezca una “caja de herramientas” que permite “utilizar mejor el lenguaje para no abundar en los tópicos sexistas”.

También rememoró la evolución que la cuestión de género ha tenido en las redacciones periodísticas desde los “teletipos que hablaban de crímenes pasionales que eran tirados a la basura cuando llegaban a las redacciones” hasta la concienciación conseguida gracias a la llegada de mujeres jóvenes a los medios con otra mentalidad y a la propia concienciación de la sociedad.

Por último, dijo que “está bien exagerar con el lenguaje sexista”, porque la exageración remueve conciencias.

(SERVIMEDIA)
08 Mar 2021
MST/gja