Y es que, indicó el Cermi este lunes, España es uno de los pocos países en todo el mundo en el que la supervisión de la aplicación de la Convención la hace, desde la sociedad civil, una organización ciudadana representativa de la discapacidad, por lo que este modelo supone una innovación que ha atraído la atención de otros estados parte.

En 2008, recordó el Comité, el Cermi fue designado por el Estado español organismo independiente de seguimiento de la Convención de la Discapacidad.

Desde entonces, ha realizado tres informes anuales de situación sobre los derechos humanos de las personas con discapacidad en España, y uno más, alternativo al oficial presentado por el Gobierno español, de los dos primeros años de vigencia del tratado internacional en este país.

La Conferencia de Estados parte de Nueva York reúne a todos los países que han ratificado la Convención y sirve para poner en común e impulsar el tratado de derechos humanos de la discapacidad.