Ceoma, que aboga por una edad de jubilación flexible, recuerda que no existe ninguna evidencia científica que avale la pérdida de capacidad para desempeñar un trabajo al llegar a una edad determinada.

Para la directora gerente de Ceoma, Raquel Manjavacas, "mantener a los mayores, que así lo deseen, en el mercado laboral redunda en beneficio de las empresas ya que aportan cualidades que contribuyen a su desarrollo económico, fomentando así el crecimiento económico y la creación de empleo, reduciendo la precariedad" y también beneficia a los intereses generales mediante las aportaciones a la Seguridad Social y su impacto en el coste de las pensiones.

Respecto a la ampliación del periodo de cotización –de 15 a 25 años- para calcular la base de las pensiones, Ceoma apunta que supondrá una bajada real de las mismas ya que "se tendrán en cuenta los años iniciales de la carrera profesional que son, en la mayoría de los casos, los de remuneración más baja".

Para justificar esta medida, el Ejecutivo alude al deseo de no penalizar a aquellos trabajadores que se ven expulsados del mercado laboral anticipadamente. Por eso, desde Ceoma recomendó en todo el proceso de tramitación de la Ley que "se establezcan mecanismos que corrijan esta desigualdad sin penalizar al resto de los pensionistas", señala Manjavacas.

Finalmente, la directora gerente destaca que es "fundamental" que "se promocionen medidas que fomenten la continuidad de la vida activa como el establecimiento de planes de carrera que fomenten este fenómeno vital, imponer la formación a lo largo de la vida, establecer criterios de flexibilidad organizativa o potenciar la transmisión del conocimiento".