Según informa la compañía, la resolución obliga a BAA a vender dos aeropuertos. En primer lugar, el londinense de Stansted y uno a elegir entre Edimburgo o Glasgow.

La compañía afirma estar "consternada" por la decisión y subraya que puede dañar a la empresa que está apostando "fuertemente" por el empleo y el crecimiento en el país.

La compañía explica que si finalmente decide recurrir esta decisión será para proteger los intereses de los accionistas y mantener el empleo.

BAA explica que durante los últimos años, en concreto desde 2006, se han invertido 5.000 millones de libras en Reino Unido.

Gracias a ello, añade BAA, se ha logrado mejorar la puntualidad, reducir las colas de espera o controlar mejor el equipaje de los usuarios.