A este asunto se refirieron los representantes de IU y PNV, que rechazaron el auto del juez Pablo Ruz, que acusa a dos mandos policiales y a un agente de colaborar con ETA por el soplo a los terroristas del bar “Faisán”. A su vez, el PP se refirió a que ninguna “presión política” debiera provocar que hubiera policias que den un chivatazo a los etarras.

A este respecto, Gaspar Llamazares, de IU, mostró con “confianza” en la “institución” y en los “profesionales” de la Policía Nacional un día después de conocerse el auto de procesamiento del “caso Faisán”.

Al mismo tiempo, Llamazares se refirió a que “al igual que considero increíble que haya una confabulación de médicos para matar, considero increíble que haya una confabulación de policías para colaborar con el terrorismo. Me parece injusto y no lo voy a aceptar”.

“POLICÍA DESPOLITIZADA”

A su vez, Emilio Olabarria, del PNV, sostuvo que las “teorías conspirativas basadas en la existencia de policías confabulados para avalar y proteger a grupos terroristas tienen una explicación intelectual rayana en la esquizofrenia”.

Olabaría añadió que “deberíamos considerar hasta qué punto determinados representantes políticos no deberían ser descalificados para sus funciones por mantener determinadas paranoias”, en clara referencia a la posición que está manteniendo el PP en el “caso Faisán”.

A este respecto, el popular Ignacio Cosidó aseguró que “una policía debe ser sobre todo una policía profesional, una policía despolitizada, una policía al servicio de los intereses generales del Estado”.

Por este motivo, sostuvo que le gustaría que hubiera “una Policía en la que el ‘caso Faisán’ fuera imposible que sucediera por mucha que fuera la presión política que se ejerciera sobre los funcionarios, porque fuera realmente una Policía independiente, profesional y apolítica”.