Pérez Rubalcaba se reunió en la sede del PSOE con alcaldes y portavoces de la oposición en capitales de provincia y ciudades de más de 40.000 habitantes, ante los que expuso las directrices que considera fundamentales para su trabajo al servicio de los ciudadanos.

En una intervención abierta a los medios de comunicación previa al debate a puerta cerrada, el candidato socialista esbozó su opinión sobre un asunto que ha suscitado cierta polémica y posiciones diversas en los partidos políticos y dentro del PSOE.

Su tesis es que en los territorios donde hay diputaciones de régimen general, la mayoría, hay cuatro administraciones públicas, y “suena un poco raro” a los ciudadanos, sobre todo en tiempos que requieren austeridad y eficiencia.

Sin embargo, precisó, la pregunta no es si mantener o suprimir las diputaciones, sino “para qué” deben servir, y su respuesta es que deben servir para que los pequeños municipios puedan prestar a sus ciudadanos servicios que sin ellas no tendrían y que resultan esenciales, como gestión de basuras, policías locales o asistencia a mayores.

Si las diputaciones permiten que los pequeños ayuntamientos accedan a esos servicios, “sirven” a los ciudadanos, pero si hacen lo mismo que las comunidades autónomas o los ayuntamientos, “no”.

Abogó por ello por una “transformación” de las diputaciones “que les permita ser lo que realmente deben ser, un apoyo constante a los pequeños municipios”.

Pérez Rubalcaba reconoció ante unos 150 socialistas dedicados al mundo local que “algo más ha pasado” para que en muchos lugares haya habido “cierta asimetría” entre la gestión de los socialistas y su resultado en las últimas elecciones, y eso tiene que ver “con la crisis, y con el Gobierno de España”.

Cuando el resultado electoral es “malo” hay que pensar por qué, pero no se puede hacer durante “toda la vida”, llega un momento en que hay que centrarse en los ciudadanos y “no perder un solo minuto”.

Por ello, esa autocrítica que reclamaron los ciudadanos en las urnas y que el PSOE hizo desde ese mismo momento, “debe concluir o al menos compatibilizarse” con el trabajo pendiente, algo que los alcaldes tienen claro porque no tienen otra opción que “ponerse las pilas”, pero que en la oposición puede costar más.

A todos ellos les pidió responsabilidad, tanto en los gobiernos como en la oposición, y en ese último caso les puso como modelo la oposición “útil” que definió en su momento el ahora presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre todo para que los ciudadanos tengan claro que los socialistas, estén donde estén, trabajarán por sus intereses, centrados ahora en el empleo.

Les pidió también austeridad para “dar ejemplo” de lo que se está pidiendo ala gente, y les emplazó además de serlo a “parecerlo” y a “decir que lo somos”, incluso en la vida personal de cada cual y en todos sus “gestos y comportamientos”.

Esa austeridad, alertó, no debe llevar en ningún caso a recortar prestaciones esenciales para los ciudadanos, porque lo acaban padeciendo justo quienes sólo tienen a la administración pública, y alertó contra quienes apelan a la austeridad para esconder “políticas regresivas”.

Pérez Rubalcaba aseguró que el Gobierno es consciente de las dificultades financieras que atraviesan los ayuntamientos y subrayó los 2.300 millones más que percibirán en 2012 según consta en el techo de gasto aprobado por el Consejo de Ministros.

Igual que hizo la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, al explicar el contenido de ese proyecto, el vicepresidente primero y candidato pidió a los alcaldes que dediquen esos fondos a pagar atrasos a pequeñas empresas y autónomos, por ser fundamental para la recuperación del empleo.