Zaragoza hizo esta afirmación ante los periodistas de la Audiencia Nacional tras señalar que su reelección en el cargo por un periodo de cinco años supone también una renovación “en la confianza” sobre cómo su departamento está actuando en la lucha contra la criminalidad, especialmente contra el terrorismo, tanto el de ETA como el islamista, el de los Grapo o “el incipiente terrorismo gallego”.

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, designó esta mañana a Zaragoza para repetir como fiscal jefe de la Audiencia Nacional por un periodo de cinco años tras la reunión mantenida por el Consejo Fiscal. En el seno de este órgano se produjo un empate ya que seis de sus miembros votaron a favor de Zaragoza mientras que otros seis se pronunciaron a favor del nombramiento de Fernando Sequero, actual fiscal del Tribunal Supremo. El Consejo de Ministros se encargará de realizar la designación formal de Zaragoza.

El jefe de la Fiscalía de la Audiencia Nacional reiteró que, en la “intensa y constante” lucha contra el terrorismo, el Ministerio Público “ha actuado siempre en función de criterios legales”.

“La gente tiene que entender que una cosa es la política antiterrorista, que legítimamente diseña un Gobierno, y otra cosa es la aplicación de la ley en los casos concretos que es responsabilidad exclusiva de los tribunales y de las fiscalías”, dijo Zaragoza.

El fiscal jefe volvió a abogar por que España avance “en el proceso penal hasta dejar un modelo acusatorio puro, donde el fiscal sea quien realmente dirija la investigación”, como sucede en el resto de países de la Unión Europea. Zaragoza indicó que para llegar a este modelo es necesario adoptar “mecanismos para preservar la independencia y la imparcialidad” de la Fiscalía.

El responsable del Ministerio Público en la Audiencia Nacional señaló una de sus mayores satisfacciones en su cargo ha sido la mejora de “la cooperación con Francia en la lucha contra ETA”, donde se han dado “pasos realmente importantes”, como las entregas temporales de altos responsables etarras cuando todavía la investigación en Francia todavía no ha terminado o la entrega de precintos o de material informático obtenidos en operaciones policiales en el país galo.