"O en el mejor de los casos el crecimiento de los próximos años será lánguido y muy pobre en el empleo", aseguró el presidente de la CEOE en su discurso ante la Asamblea General Ordinaria de la organización.

Para la patronal, "los retos que tenemos planteados deben ser proporcionales a la gran magnitud de los mismos".

Según los empresarios, desde el pasado mes de mayo se había producido un "giro" en la política económica, que, aunque "tímido e insuficiente", parecía "ir en la dirección correcta".

Sin embargo, lamentó Rosell, con la reforma de la negociación colectiva aprobada por el Gobierno "se detuvo ese proceso". En este sentido, apuntó que los cambios en los convenios del Ejecutivo "no atienden a la flexibilidad por la que claman las empresas".

"CRECIMIENTO MUY FRÁGIL"

"Todos somos conscientes de lo que nos estamos jugando", dijo Rosell, quien destacó la importancia de "volver a una senda de crecimiento sostenido y creador de empleo".

El diagnóstico de la CEOE sobre la situación actual de la economía es de "crecimiento muy débil y muy frágil", dijo, para añadir que "lentamente y con muchos sacrificios" se está cambiando el patrón de crecimiento hacia uno más industrial y más exportador.

Pero para los empresarios, estos cambios están "muy poco acompañados" por esfuerzos de las administraciones públicas, "tanto desde el punto de vista normativo como presupuestario".

Según el presidente de la CEOE, es fundamental recuperar la confianza, y subrayó que la falta de la misma se traduce en una prima de riesgos que afecta no sólo a la deuda pública, sino también a la financiación de las empresas.

Por ello, "la reducción de la prima de riesgo debe ser el objetivo prioritario de la política económica", añadió.

DÉFICIT PÚBLICO

El empresario se refirió también a la reducción del déficit público que ha impulsado el Ejecutivo, para indicar que la concentración de las iniciativas en 2010 y 2011, "no existiendo apenas medidas concretas para que se extiendan en los años posteriores", genera una "gran incertidumbre" en los mercados financieros.

Además, quiso dejar claro que el objetivo de déficit para este ejercicio 2011 es "irrenunciable", por lo que el Gobierno "debe actuar de forma inmediata ante cualquier atisbo de desviación".

En este sentido, afirmó que "es preocupante" que no existan aún los instrumentos necesarios que garanticen la transparencia y el control de los gastos de las administraciones.