Antes de que el presidente del Congreso, José Bono, diera de plazo a los grupos hasta final de este mes para cerrar esa renovación, explicó Ridao, él mismo y Gaspar Llamazares habían hablado con otros grupos para "excitar" ese debate.

Son conscientes de que la propuesta sería "simbólica, testimonial", porque la renovación exige el acuerdo del PSOE y del PP al necesitar tres quintos de la Cámara, pero creen que servirá para impulsar el debate.

No quiso desvelar el nombre que baraja su grupo, pero avanzó que iría en la línea de las ternas propuestas en su día por las comunidades autónomas en el Senado, y que los partidos grandes "se pasaron por el arco del triunfo".

Ridao cree que el Tribunal Constitucional está "en cuidados intensivos" y la dimisión no aceptada de tres magistrados es un síntoma más de la "parálisis institucional de la arquitectura del Estado" a la que han conducido "el bipartidismo y el antagonismo" del PSOE y del PP.

De ello responsabilizó tanto a la "impotencia" del PSOE como a la actitud "obstruccionista" del PP, llevado por el interés partidista de lograr una mayoría en un futuro próximo.

Más allá de renovar sus miembros, Ridao juzgó necesaria una "profunda renovación de los propios fundamentos" del Tribunal Constitucional.