En la sesión de control al Ejecutivo, Casado denunció que Iglesias “miente más que habla”, además de que “amenaza al Estado del bienestar, perjudica a los más débiles, nos lleva al populismo de la Venezuela de Chaves” o a la “falta de democracia” y a “la desigualdad”. Todo ello porque al vicepresidente “sólo le importa el control de jueces, policías, fiscales y espías”.

Casado aprovechó para recordar a Sánchez cuando decía que “con él de vicepresidente no podría dormir, como el 95% de los españoles”. También recriminó al jefe del Ejecutivo que su vicepresidente “no ha dejado de arremeter contra la monarquía, contra el Poder Judicial o decir que Carles Puigdemont es un exiliado”.

Del mismo modo, el presidente de los populares sacó a colación que “hasta ayer imputaron al fundador” de Podemos Juan Carlos Monedero “por financiación irregular”. “Y lo que es más grave, lleva semanas diciendo que España es una dictadura que hasta te pueden envenenar”, censuró. “Esto es lo que tiene en su Gobierno y es su responsabilidad”, le avisó.

Por ello, preguntó a Sánchez cuándo va a cesar a Iglesias, a lo que el presidente del Gobierno contestó diciendo que supone que habría registrado esta pregunta antes de las elecciones catalanas, ya que “con la que está cayendo, usted hablar de ceses o de dimisiones…”. “Mi tarea es garantizar la estabilidad política para centrar al país”, replicó el jefe del Ejecutivo.

En este sentido, Sánchez aseguró que “todos los esfuerzos” de su Gabinete están destinados a hacer frente a la emergencia sanitaria, al plan de vacunación, a la recuperación económica con la creación de empleo y a garantizar la justicia social. “Me gustaría que usted asumiera un papel de oposición útil, con sentido de Estado”.

Sánchez, en este momento, demandó a Casado que arrime el hombro además de criticar su acción en el Gobierno y que “cumpla con sus obligaciones constitucionales” también para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Defensor del Pueblo o el Tribunal Constitucional.

Así las cosas, Sánchez emplazó a Casado a escoger entre el camino de la “moderación” o el de la “perdición”, esto es, entre ser una oposición “útil y con sentido de Estado” o decantarse por un proyecto “bastante contradictorio en el que al final se ve su complejo ante la ultraderecha que representa Vox”.

Tras escuchar estas consideraciones, Casado respondió a Sánchez que “menos lobos”, pues a él le dieron un sorpaso hace seis meses en Galicia, cuando el BNG superó al PSOE, como también Podemos le superó en ciudades como Valencia, Cádiz, Madrid y Barcelona o EH Bildu en San Sebastián y Pamplona. Le recomendó, por ende, “un poquito más de humildad”.

Dicho esto, Casado enjuició que el Gobierno de Sánchez es como “el camarote de los Marx”, todos ellos “enfrentados en luchas” por temas como la vivienda, las pensiones, el Ingreso Mínimo Vital, la Ley Trans, las mascarillas, Bolivia, Rusia, el Sahara, la condonación de la deuda. “Para sostener ese caos, usted ya tiene demasiados platillos en el aire”, valoró el jefe de la oposición.

“¿Cómo va a recomponer su noviazgo con ERC manteniendo su pinza con Vox y sus contactos con EH Bildu?”, planteó Casado, para quien Sánchez “sabe que le van a imponer unos ajustes que sus socios no van a admitir”. “Haga caso a esas personalidades de izquierdas que le dicen que cese esa infamia ya y saque a Podemos del Gobierno y, así, lo que vamos a conseguir es acabar con la jaula de grillos de Moncloa y que los españoles recuperemos el sueño”, remachó.

Entonces, Sánchez retomó la palabra para volver a reclamar a Casado que ejerza una oposición “útil, con sentido de Estado” y no que esté “bajo el influjo” de la ultraderecha. Es más, le recomendó que deje de estar “acomplejado” con Vox y opte “por la moderación”. Además, le recomendó una película llamada ‘El sirviente’ para advertirle de que ese sirviente acabó “imponiendo sus métodos dentro de la casa” mientras “el señor obedece”.