LOS 16 MILLONES DE PARADOS DE LA CE AVIVAN EL DEBATE SOBRE REDUCCION DE JORNADA Y CONGELACION SALARIAL
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La fuerza de los hechos en materia de desmpleo está imponiendo un acercamiento entre posiciones políticas de izquierda y derecha en los países de la CE, que según las últimas previsiones acabará este año, en su conjunto con casi 16 millones de parados, un 11 por cien de la población activa comunitaria.
El últim aldabonazo lo acaba de dar Alemania, país en el que la situación real permanecía en nebulosa para los ojos de la mayoría de los europeos al aparecer separados los datos de la Alemania Occidental y la Oriental. Ahora se han conocido bruscamente los datos agregados de ambas Alemanias: 3,5 millones de parados.
Aunque los alemanes persisten en separar las tasas de desempleo de ambas zonas, 7,6 por cien la ocidental y 15,3 por cien en la Oriental, las proyecciones de algunos institutos para final de año stúan esta tasa para el conjunto del país germano en el 10,1 por cien.
Si esto fuera así, la nueva Alemania habrá duplicado a finales de este año la tasa de paro que Alemania occidental tenía en 1989, 5,6 por cien, lo que representaría una evolución más negativa que la de nuestro país, que en esos años habrá pasado de un tasa de paro del 16,9 al 22,6 por cien.
A pesar de ello, España seguirá siendo a finales de este año el país con más tasa de paro entre el grupo de Alemania, Francia, Italia, Rein Unido y nuestro propio país, liderazgo que no ha perdido en ninguno de los pasados años.
Asi las cosas, los políticos españoles aspiran a alcanzar un inevitable consenso en el ámbito de las medidas de flexibilización del mercado laboral. Igual que en Alemania donde el gobierno de Kohl y la oposición socialdemócrata que lidera Scharping han coincidido en la necesidad de esta flexibilización.
En ambos países, con la misma cantidad de parados, la urgencia de encontrar soluciones ha llevado el debat en las últimas semanas a una propuesta concreta: la reducción de las horas de trabajo, ya sea en el cómputo semanal o el cómputo anual.
Cuando los políticos y los agentes sociales han entrado a desarrollar una propuesta de negociación sobre esta cuestión han aparecido las aristas: ¿La medida debe tener carácter general o estudiarse caso a caso por empresa? ¿Su aceptación supone el mantenimiento de los puestos de trabajo? ¿ Las horas no trabajadas se repartirán entre los parados actuales? ¿Se reduce e salario en la misma proporción al descenso de horas trabajadas? Incluso, ¿ cabría repartir las horas de trabajo que actualmente efectúa una sola persona entre esta y su esposa o pareja? ¿U otra persona que el trabajador propusiera?.
El debate, lógicamente se ha extendido a los propios centros de trabajo y a las opiniones que cada trabajador mantiene al respecto. Por eso, los sindicatos son conscientes de que esta puede ser una batalla de la que pueden salir "muy tocados".
La inmensa mayoría de ls trabajadores se muestran contrarios a una reducción de jornada que implique una reducción proporcional del salario, y si esta fuera la tesis que se impusiera es previsible una "revuelta" de las bases contra los siondicatos y cualquier acuerdo en esta línea.
La patronal, a través de su presidente, José María Cuevas, está tratando de dejar de lado el debate sobre la reducción de jornada para llevarlo al terreno de la congelación de salarios para 1994.
CEOE ha extremado incluso esta posición con l propuesta que contiene el documento que acaba de remitir al gobierno al plantear un pacto para reducir el poder de compra de los salarios en 5,5 puntos, lo que supondría que la congelación se extendiera más allá de 1994.
(SERVIMEDIA)
06 Nov 1993
JCV