Según relataron a Ical los presuntos agredidos momentos antes de interponer una denuncia por agresión, ellos estaban manifestando sus opiniones de forma “pacífica, sin realizar ninguna provocación” y recordaron que surgió de forma espontánea, ya que el grupo se había dispersado tras llevar a cabo un acto de protesta durante el desarrollo de una charla coloquio del presidente de la Fundación Intereconomía, en la que también participó el todavía alcalde de la ciudad, Julián Lanzarote.

Los jóvenes aseguraron que comenzaron a recibir amenazas por parte de los agentes para que se callaran y cuando intentaron hacer uso de un teléfono móvil el policía procedió a reducir al propietario del mismo para quitárselo.

Las mismas fuentes manifestaron que en ese momento fue cuando se produjo una de las agresiones y el joven resultó herido al recibir “golpes en el costado y un porrazo en la cabeza”.

Una compañera, añadieron, intentó grabar la situación con su teléfono móvil hasta que le fue requisado. Después aseguró que se lo devolvieron con toda la memoria borrada.

Por último, denunciaron que dos de los participantes fueron rociados con un spray que les provocó daños en los ojos y una posible intoxicación por la cual acudieron a un centro hospitalario. Estos jóvenes manifestaron que algunos agentes que participaron en la intervención no llevaban la identificación reglamentaria.