Chacón, acompañada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general José Julio Rodríguez, partió de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) pasadas las 22.00 horas de anoche a bordo de un Airbus 310 del Ala 45 de la Fuerza Aérea Española.

Junto a la responsable política de las Fuerzas Armadas viajaron tres miembros de la directiva de la asociación de los familiares del accidente aéreo del Yak-42, con los que descubrirá una placa en memoria de los 62 militares que muriendo en 2003 en Trebisonda (Turquía) a su regreso de Kabul.

Además, en esta ocasión también va en la delegación española el nuevo comandante del Mando de Operaciones (Cmops), el general de División Jaime Domínguez Buj, lo que no ocurría con su antecesor, el general Andrés Navas. Completa la comitiva el secretario general de Política de Defensa, Luis Cuesta.

A su llegada al aeropuerto de Kabul, que España dirigirá y gestionará con 70 efectivos (66 militares y 4 guardias civiles) desde hoy y durante los próximos seis meses, Chacón fue recibida, entre otros, por el embajador de España en Afganistán, José Turpin.

Por motivos de seguridad, este viaje había permanecido en secreto y el contenido del mismo no se ha trasladado hasta última hora, ya que ISAF, la operación de la OTAN en Afganistán, mantiene alto el nivel de alerta.

En estos momentos, España tiene desplegados unos 1.300 militares. A los 778 que forman el contingente permanente, desde el mes de julio se sumaron 450 del batallón electoral para reforzar la seguridad con motivo de las elecciones presidenciales del 20 de agosto.

A la espera de los resultados oficiales y definitivos, en el caso de que haya una segunda vuelta en los comicios el batallón se quedará un mes más, por lo que podría coincidir con el refuerzo de 220 militares aprobado recientemente y que llegará a Afganistán en noviembre con el relevo del contingente permanente.

A todos ellos hay que unir los cerca de 200 militares de la unidad de ingenieros que están construyendo en Qala-i-Nao la nueva base que sustituirá a la "General Urrutia", que costará unos 44 millones de euros.

La nueva base tendrá una capacidad para 1.300 personas y sustituirá a la "General Urrutia", que está instalada en mitad de la capital de Badghis, en un antiguo parque que será devuelto a Qala-i-Nao.

El nuevo acuartelamiento, con un perímetro de 5 kilómetros y 70 hectáreas de superficie, dispondrá de cuatro zonas perfectamente diferenciadas: mando, logística, servicios y vida, además de campos de tiro.Las obras se están realizando en unos terrenos junto al aeropuerto de Qala-i-Nao para garantizar la seguridad del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT en inglés) que desde hace cuatro años tiene la responsabilidad de esta provincia del oeste afgano.

La base, que está siendo levantada desde marzo por efectivos de los Regimientos de Especialidades de Ingenieros nº 11 (con sede en Salamanca), Pontoneros y Especialidades de Ingenieros nº 12 (Zaragoza), Ingenieros nº 1 (Burgos) y del Regimiento de Transmisiones nº 21 (Valencia), albergará también a miembros de otros ejércitos aliados, entre ellos los estadounideses.