Salgado hizo esta revelación en una conversación informal con los periodistas en los pasillos del Congreso de los Diputados, donde acudió a la sesión de control al Gobierno. Según explicó, Rajoy reiteró la posición que expresó ante la Junta Directiva del PP, pero que luego el PSOE ha visto contradicha por otros dirigentes populares, acusando al partido rival de jugar a "policía bueno, policía malo".

No obstante, fuentes del PP precisaron a Servimedia que esa lealtad que le prometió su líder a Salgado estará siempre vinculada a la transparencia, como de hecho puntualizó Rajoy en su citada intervención ante la Junta Directiva del partido.

El evento donde habría que demostrar tal transparencia, aclararon, sería la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, reclamada ayer oficialmente por el Grupo Popular en una proposición no de ley registrada en el Congreso y que Salgado ha anunciado que se convocará para finales de julio.

No obstante, la vicepresidenta, quien aseguró no tener problemas en reconocer que fue ella quien tomó la iniciativa de hablar con el líder de la oposición, se reafirmó en que las cuentas de las comunidades autónomas son públicas.

En este sentido, no contempla la posibilidad de que haya un agujero en las mismas que justifique la denuncia del PP sobre Castilla-La Mancha, eventualmente susceptible de extender al resto de comunidades que arrebató al PSOE en las elecciones del pasado 22 de mayo, en las que ya ha anunciado que ordenará hacer auditorías.

Salgado apuntó que "no es la primera vez" que los populares hacen este tipo de denuncias supuestamente infundadas, pero se limitó a sonreír cuando se le preguntó si el Gobierno va a emprender algún tipo de acción contra ellas.

Desde el Partido Popular se insiste en que los últimos datos oficiales ponen de manifiesto que la recaudación y los ingresos públicos siguen cayendo, lo que puede retrasar aún más la salida de la crisis económica y obliga a revisar los planes de austeridad de las comunidades.