Lo hizo en su valoración de la jornada electoral, en la que interpretó que “las urnas han hablado muy claro” y les han dado “una fuerza que valida” su apuesta por no separar la lucha independentista de la lucha por el cambio social y económico.

Desde esa premisa, anunció que llamará a ver cuál es la hoja de ruta que tienen las otras formaciones y “a qué están dispuestas”, de cara a la autodeterminación y a una política “cada vez más a la izquierda”. Pero la advertencia de que no permitirá que el independentismo siga estancado dejó entrever que no apoyaría un Gobierno de ERC con el PSC y los Comunes, más proclive a no avanzar en ese aspecto aun siendo potencialmente de izquierdas.

También de la CUP, Edgar Fernández atribuyó la baja participación a la “imposición del TSJ de Cataluña por intereses partidistas”, que “ha forzado unas elecciones” que no eran necesarias, además de a la desafección. Por su parte, Eulalia Reguant calificó la entrada de Vox en el Parlamento catalán como “la enésima excepcionalidad democrática” que vive Cataluña.