Sanz realizó estas declaraciones en rueda de prensa, en el Palacio de Navarra, para informar de los decretos de cese y nombramiento de los consejeros del Gobierno tras la ruptura, el pasado lunes, del pacto de Gobierno vigente en Navarra desde 2003 entre el partido mayoritario, Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN).

Ante la salida irreversible de los dos consejeros que tenía el socio minoritario en el Ejecutivo, Catalán y Salanueva, dos nombres con peso en UPN y con responsabilidades destacadas en el Ejecutivo regional, asumirán Educación y Vivienda, respectivamente. De este modo, tal y como anunció ayer Sanz, su gabinete pasará de 12 a 10 consejeros.

La causa de la ruptura fue la posible reforma de la ley del vascuence para incorporar a la zona mixta, donde el euskera es cooficial, cuatro municipios de los alrededores de Pamplona. CDN anunció inicialmente que apoyaría esta iniciativa planteada por IU, sin embargo, ante la advertencia lanzada por sus socios, optó la semana pasada por abstenerse, lo que Sanz consideró una vulneración del pacto de gobierno.

Además, Sanz no dejó pasar la oportunidad de agradecer a los dos consejeros salientes, Carlos Esparza y Carlos Pérez Nievas, el trabajo realizado "desde la lealtad y la eficacia", al tiempo que aseguró que mañana estarán presentes en la toma de posesión de los nuevos consejeros.

Preguntado por un posible cambio en las líneas de actuación de ambos departamentos, aseguró que "apuesto por la continuidad en ambas carteras. Las circunstancias que han llevado a este desenlace no hacen previsible ningún cambio en los departamentos" y destacó que "seguirán las mismas líneas de actuación aunque cada persona tiene una manera de ser y actuar pero las líneas estratégicas seguirán siendo las mismas".