Así lo ha asegurado durante su participación en el IV ‘Congreso Nacional de Bioética: al servicio de la vida y la salud’, impulsado por el Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala y la Universidad CEU San Pablo y que se celebra en formato 'online' hasta el próximo jueves.

"El ancianismo, como la muerte y el sufrimiento, se ha convertido en un tabú en nuestra sociedad", considera Martínez-Sellés.

En este sentido, el catedrático de Medicina ha señalado que "en ningún caso, por si sola, la edad avanzada puede ser un criterio para que los pacientes no puedan entrar en cuidados intensivos; no puede estar justificada la negación de asistencia médica o de cuidados paliativos".

Martínez-Sellés, también jefe de Sección del Área de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón, criticó que se haya promovido la Ley de la Eutanasia en un momento en el que "la gente no ha podido manifestarse en su contra, con motivo de la pandemia".

Por su parte, el presidente del Comité de Bioética de España, Federico de Montalvo, apeló a la búsqueda de puntos de encuentro, puesto que "el sufrimiento se puede resolver con otra alternativa que no sea acabar con la vida de un paciente". En este sentido, el también miembro del Comité Internacional de Bioética de la Unesco criticó la politización de este debate; un tema "dramático, además de complejo y difícil de resolver jurídicamente", en el que subrayó: "El paciente tiene derecho a no sufrir, pero no cabe construir un derecho a morir". Y subrayó el "problema de fundamentación existente", pues "se ha utilizado el término 'dignidad' como excusa para que cualquier persona pueda morir".

MEDICINA Y PACIENTE

El médico jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos en el Hospital Universitario La Paz, Alberto Alonso Babarro, explicó que se está "una medicina muy centrada en la enfermedad y poco centrada en el paciente" y reiteró que se deben desarrollar los cuidados paliativos "para que el paciente disponga de mayor autonomía". Asimismo, apuntó que "la consecuencia de que la medicina del final de vida esté todavía en desarrollo deriva en mayor sufrimiento".

"El reto principal con el que nos enfrentamos es cuidar realmente a los pacientes e intentar proporcionar una muerte digna y, para ello debemos reforzar y aumentar la formación, tanto en la universidad como en las especializaciones médicas sobre esta rama de la Medicina", apuntó.