Se trata de una competencia que recoge el Estatuto catalán, que el Gobierno español ha traspasado a la Generalitat y que ésta ejercerá con plena efectividad a partir de mañana.

Las diez oficinas de Trabajo que hay repartidas en Cataluña gestionarán estos permisos, que hasta ahora concedía la Administración General del Estado. Cataluña es la primera comunidad que asume la gestión de estos permisos.

La consejera catalana de Trabajo, Mar Serna, ha valorado “muy positivamente” la asunción de esta nueva competencia, al tiempo que ha lamentado la decisión de la Comunidad de Madrid de interponer un recurso ante el Tribunal Supremo para frenar este traspaso competencial.

Serna ha pedido “coherencia y rigor” al Partido Popular, porque “no se puede decir que se defienden los intereses de Cataluña y, a la vez, presentar un recurso contra una competencia que ejerceremos”.

Asimismo, ha recordado que el PP votó a favor del nuevo Estatuto de Andalucía, que prevé que esta comunidad pueda ejercer una “competencia idéntica”.