BALEARES. ANTICH, A FAVOR DE REFORMAR LA CONSTITUCIÓN, NO PARA CAMBIAR EL MODELO AUTONÓMICO, SINO PARA REFORZARLO
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El presidente de Baleares, Francesc Antich, se mostró esta tarde favorable a modificar la Constitución en cuanto al marco de relaciones entre las CCAA y el Estado, pero no con la intención de proceder a un “cambio sustancial” del actual modelo, sino para reforzarlo.
Así se expresó en la conferencia que pronunció esta tarde en Madrid en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, donde percibió que actualmente “nos hallamos seguramente ante un cambio de ciclo que ha propiciado una revisión del modelo de financiación, un aumento de la capacidad de autoorganización de la Comunidades, un transformación del contenido tradicional de los Estatutos de autonomía, un fortalecimiento de la identidad colectiva y un mayor nivel de descentralización política y administrativa”.
El referente fundamental de este cambio de ciclo, explicó, viene dado por el Estatuto de Autonomía de Cataluña, de 2006, cuya impugnación ante el Tribunal Constitucional “concentra la atención de todos porque está cerca la decisión final que determine, finalmente, su adecuación a la Constitución”, enjuició.
Para Antich, la sentencia del alto Tribunal, más allá de los efectos políticos y jurídicos que tendrá para la Comunidad Autónoma catalana, “nos concernirá a todos”. “De ahí la expectación y, en cierto modo, también la inquietud sobre el contenido de la decisión de los jueces constitucionales”, dijo.
A la pregunta de qué ha de reformarse en la Constitución, el presidente balear contestó que “la reforma no puede plantearse como un cambio substancial de modelo, sino como una adaptación, modernización y mejora del mismo”. “Este planteamiento”, además, “debe responder a la necesidad de resolver problemas pendientes o insuficiencias reconocidas”.
Para Antich, la posibilidad de una reforma es una hipótesis de trabajo que ha merecido la consideración de las fuerzas políticas, “que no escandaliza a nadie y que puede centrarse sin excesivas dificultades en un puñado de aspectos sobre los que ya sean vertido ríos de tinta y sobre lo que, por tanto, hay sobrados elementos de juicio”.
“En muchos de los casos”, concluyó, “el tiempo transcurrido desde la aprobación de la Constitución, así como el alto de grado de coincidencia entre la clase jurídica, convierten en relativamente sencilla una eventual operación reformadora” de la Carta Magna.
(SERVIMEDIA)
28 Sep 2009
LMB