El TS considera que los hechos denunciados por los exdirectivos del club no son constitutivos de delito. Rosell se querelló contra la magistrada de la Audiencia Nacional, que lo mantuvo cerca de dos años en prisión provisional antes de ser absuelto. La Fiscalía se opuso a que la magistrada fuera investigada.

La causa contra Rosell se basó en una comisión rogatoria internacional que Estados Unidos remitió a España, que contenía un error sobre el directivo del Barça, que más tarde fue aclarado, pero que dio origen a una investigación de la Fiscalía que se mantuvo en secreto durante dos años. Ese documento de más de 1.200 páginas se ocultó a la defensa de Rosell que la reclamó al juzgado, que informó de que ya no estaba en su poder, cuando no era así.

Para la defensa de Rosell, eso fue una ocultación “deliberada” de la jueza Lamela, mientras que la Fiscalía sostuvo en todo momento que se trató de un error en una tramitación administrativas que la magistrada no tenía porqué recordar. La querella se presentó por los delitos de prevaricación y falsificación de documento público.

Rosell fue juzgado por los delitos de blanqueo de capitales y pertenencia a un grupo criminal por liderar una red de sociedades que habría permitido al expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol embolsarse casi 20 millones de euros en comisiones ilegales por derechos televisivos y suponer otros 12 millones para Rosell. El fiscal pedía para él seis años de prisión y finalmente fue absuelto por falta de pruebas.