En un acto en la Casa de Juntas de Guernica, los candidatos de Bildu se erigieron en representantes de "las diferentes sensibilidades soberanistas y de izquierdas" y se conjuraron para "impulsar la construcción de una Euskal Herria solidaria que avanza hacia su libre determinación”.

Además, criticaron la política económica y social del PNV y el PSE, que, aseguraron, "actúa directamente contra las clases trabajadoras", y recriminaron a ambos haber pactado "la reforma laboral más vergonzosa de los últimos tiempos", una reforma del sistema de pensiones "a pedir de boca de (el presidente del Banco Santander) Emilio Botín", y "una interminable reforma fiscal con la que siempre sale ganando quien más tiene a costa de quien más necesita”.

En su lugar, los representantes de Bildu apostaron por una reforma fiscal progresiva, una red pública de servicios sociales sin copago y bien dotada. Y, en el ámbito político, propusieron instaurar una norma foral de “democracia directa” que “concretará qué competencias son del ámbito de decisión directa de la ciudadanía, y cuál es el sujeto específico en cada paso para tomar dicha decisión”. A ella se añadirá la constitución de “mesas sectoriales” de "democracia participativa".