Abascal declaró a Servimedia que "el PP debe ser consecuente con sus posiciones y con sus declaraciones" y, pese a definirse como uno de los máximos defensores del pacto con el PSE y haber llamado otras veces a "salvaguardarlo tapándose la nariz", estima que ahora "se han cruzado las líneas rojas" y el lehendakari "está haciendo lo mismo que haría el nacionalismo vasco, pero encima con más peligro" por su capacidad de influir en los tribunales.

En suma, Abascal considera que los populares "tienen que replantearse todos esos pactos" y "estar a la altura de su responsabilidad nacional" de "ejercer la oposición sin ambages". Desde su punto de vista, los españoles ya han asumido que no hay independencia judicial, pero no quieren también "perder la esperanza".

El exdiputado popular dijo que él no tiene "ninguna duda" de la "responsabilidad directa" de los socialistas en la sentencia del TC que ha dado luz verde a todas las listas de la coalición formada por Eusko Alkartasuna, Alternatiba e independientes abertzales para que concurran a las elecciones municipales y forales del próximo 22 de mayo.

Es más, a su juicio esta responsabilidad no se limitaría a una omisión, sino que tiene carácter de "acción directa", por lo que los recursos que presentó el Gobierno contra las candidaturas de Bildu a través de la Abogacía y la Fiscalía General del Estado le parecen "una mascarada grotesca" destinada a disfrazar que la concurrencia de los abertzales a los comicios es "un paso más de la negociación con ETA", que "hoy está más claro que nunca" que está en marcha.

Para Abascal, los magistrados del TC se han comportado como "lacayos del poder político", porque "han prescindido de las pruebas y los hechos" que vinculan a Bildu con Batasuna y "han tomado una decisión" bajo la "instrucción" de favorecer ese supuesto proceso de negociación.

Por eso, replicó al vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ayer calificó de "insidia" que se acuse al Gobierno de influir en el tribuna, de que "la única insidia es traicionar e insultar a los españoles", provocando un "gigantesco retroceso" en la lucha antiterrorista y una "traición a las víctimas" que merece catalogarse de auténtica "corrupción política".