El Ejecutivo regional ha diseñado un plan de actuación para los primeros meses de este año que comprende trabajos en trece carreteras, en las que, además de asfaltar, se procederá a la instalación de barreras de seguridad, desbroce de márgenes y limpieza de las mismas, con el objeto de reducir el número de accidentes.

La Consejería de Transportes e Infraestructuras prevé actuaciones en las carreteras M-535 y M-538, en Santa María de la Alameda; la M-533, en Zarzalejo; la M-506, en el tramo que une la carretera de Extremadura con la de Toledo; la M-541 y M-547, desde Cadalso a Cenicientos; la M-545 y la M-546, desde Las Rozas hasta Cenicientos; la M-221, de Campo Real a Carabaña; la M-119, en Alcalá de Henares; la M-623, en Guadarrama, y la M-604, desde la carretera de Burgos hasta Rascafría.

Este plan de asfaltado incluirá además trabajos en la carretera de Colmenar (M-607), una de las diez carreteras más utilizadas de la región. Estas actuaciones se centrarán en 10 kilómetros desde El Boalo hasta Navacerrada.