Según informó hoy la organización ecologista en un comunicado, estas 17 personas podrían ser condenadas a más de diez años de prisión si se les encuentra culpables de los delitos de "conspiración para violar una zona de seguridad y desobedecer una orden".

Entre los imputados figura el cámara "free-lance" español Jorge Torres, que cubrió la protesta junto a un fotógrafo también independiente. Greenpeace España ha iniciado gestiones con la fmilia de Torres y con su delegación en Estados Unidos para interesarse por la situación del periodista, según informó a Servimedia Carlos Bravo, responsable de la campaña de desarme.

Los 15 activistas de Greenpeace y los dos periodistas se colocaron debajo de la trayectoria de vuelo del misil. Utilizando tablas, algunos miembros del colectivo pacifista llegaron a la orilla de la base militar, mientras que el resto entraron en lanchas en la zona de exclusión perseguidos por guardacostas y un helicópter, consiguiendo retrasar la prueba cuarenta minutos.

"Nuestros activistas han actuado con integridad en una protesta no violenta por un proyecto muy peligroso. No entendemos que los tribunales vayan contra una protesta pacífica, sino que deberían llevar a juicio a George Bush y su programa del escudo antimisiles", declaró Ged Leipold, director ejecutivo de Greenpeace Internacional.